Fundació Pilar i Joan Miró a Mallorca

La Fundació Pilar i Joan Miró a Mallorca tiene su sede en tres edificios singulares que constituyen uno de los conjuntos arquitectónicos más célebres de la isla. Éstos son: Boter (casa mallorquina que el artista empleó como segundo estudio de pintura y escultura), el Taller Sert (diseñado por el amigo de Miró, Joseph Lluís Sert) y, por último, el edificio Moneo. Este último es el edificio principal de la fundación, inaugurado en 1992.

Esta fundación comenzó su colección con la donación de los talleres del artista por parte de él mismo y su esposa, así como de los objetos, obras y documentos contenidos en ellos. Desde sus raíces este proyecto tuvo como principal misión la difusión del conocimiento artístico, pero también servir como fuente de estudio a nuevos artistas y a la sociedad. De este modo, la creación de la Fundació Pilar i Joan Miró surgió para comunicar y fomentar el arte contemporáneo y poner en valor las obras de este mítico artista. El generoso legado de Miró contenía pintura, dibujo, escultura y obra gráfica, parte de sus notas y de su biblioteca personal… La riqueza de esta colección pone de manifiesto la variedad de técnicas, materiales y procedimientos artísticos que utilizó el artista.

Con el tiempo esta colección ha ido enriqueciéndose con obras –gran parte de ellas homenajes a Miró- de muchos artistas: Arroyo, Feito, Canogar, Chagall, Chillida, Francés, Genovés, Guerrero, Gordillo, Hernández Pijuan, Rueda, Millares, Mompó, Ràfols Casamada, Saura, Sempere, Tàpies o Villalva, entre otros. Además, los fondos de la Fundació Pilar i Joan Miró crecen exponencialmente gracias a las obras que siguen creándose en sus talleres, con obras de artistas como Wolf Vostell, Meter Phillips, Rafa Corteza o Joan Cruspinera, junto con multitud de otros creadores.

El vínculo entre Joan Miró y Mallorca fue muy fuerte a lo largo de toda la vida del artista. A pesar de haber nacido en Barcelona, el 20 de abril de 1893, su madre y sus abuelos eran mallorquines. Cuando Miró cumplió 7 años comenzó a pasar parte del verano en la isla, con su abuela materna. Durante sus estancias veraniegas en Mallorca, el pequeño Miró realizaba dibujos que plasmaban los hermosos paisajes y edificios del lugar: la Llotja, el castillo de Bellver, los molinos de viento y las marinas no se libraron de su lápiz. Los veranos en la isla le permitían vivir y trabajar inmenso en la naturaleza virgen, olvidada por el hombre.

En 1920, Miró realizó su primer viaje a París, y a partir de este viaje sintió que su mente se abría. Desde entonces combinaba la vida bohemia y moderna de París con la calma del campo, que lo ayudaba a trabajar apasionadamente. En 1929, sus lazos con Mallorca se reforzaron al contraer matrimonio con una joven de esta isla: Pilar Juncosa.

Finalmente, Miró decidió dejar Barcelona y afincarse definitivamente en Mallorca en 1954. Allí tuvo su taller propio, aunque prácticamente abandonó la pintura para centrarse casi en exclusiva a la cerámica, el grabado y la litografía. Fue en este momento en el que comenzó a ser verdaderamente crítico consigo mismo, y destrozó innumerables dibujos, gouaches y telas que había realizado anteriormente. Sin embargo, este episodio destructivo reactivó en él la creación plástica y durante los años sesenta se dedica a impulsar su arte, fuertemente influido por el Expresionismo Abstracto americano y el arte oriental. Desde este momento trabajó en la pintura, escultura, arte público, cerámica, murales, vidrieras, tapices, vestuario teatral… con fuerzas renovadas.

A pesar de su fallecimiento el 25 de diciembre de 1983, el arte de Miró siguió dando frutos más allá de su muerte. Hoy en día, Mallorca se considera una de las grandes musas del artista y representa, todavía, su espíritu creativo.

Tarifas


Entrada general: 6 €
Entrada reducida: 3 € Residentes en el municipio de Palma, mayores de 65 años, pensionistas, jóvenes de 16 a 18 años, jóvenes con el Carnet Jove o similar y asociaciones colaboradoras.
Grupos organizados en circuito turístico: 3 €
Entrada gratuita: sábados; menores de 16 años; grupos escolares con visita concertada; miembros del ICOM, de la Unión de Asociaciones de Artistas Visuales y de la Asociación Profesional de Gestores Culturales de Illes Balears. 

 

Venta de tickets en el interior del edificio.