¡Eso lo pinta cualquiera! ¡Mi hijo hace cosas mejores! ¡Esto no es arte, es una timo!… Son algunas de las frases más repetidas en salas y museos de arte contemporáneo a lo largo y ancho de este mundo. Pero, ¿es una crítica certera o desconsiderada ante una corriente de arte?
En esta entrada vamos a intentar dar unas pinceladas para podre entender un poco mejor qué es esto del arte contemporáneo y cómo poder disfrutarlo un poco más. Entender el arte contemporáneo o la intencionalidad del mismo no significa que vaya a comenzar a gustarnos o que nos convirtamos en unos críticos de esta corriente. Con este tutorial queremos poner en valor el trabajo del arte contemporáneo para que cada uno lo pueda juzgar y valorar desde su propia experiencia.
1. Sentimiento por encima del racionalismo
El primer punto para entender el arte contemporáneo es que no hay nada que entender y a la vez en una ventana abierta al entendimiento.
Es decir, p0r norma general, una obra contemporánea no pretende tener una única finalidad, no pretende reflejar la realidad como el arte hiperrealista, no pretende demostrar la sensación de conjunto con unidades individuales como sí lo hace el puntillismo, no pretende enaltecer los atributos de un personaje determinado…. El arte contemporáneo y sobre todo el abstracto es una forma libre de expresión que fluye del interior del artista para comunicarse con los espectadores de manera individual a lo que el receptor quiera o pueda interpretar en el momento en el que observa la pieza.
Como ejemplo tomaremos esta obra que a cada uno puede interpretar a su voluntad.
Por si alguien no tiene muy claro qué le transmite, vamos a darle una ayudita, la obra se cataloga dentro de las secciones de desnudos y lleva por nombre «La Orgía».
2. No tiene por qué agradar.
En línea con el punto anterior, el arte contemporáneo no se crea con la intención de gustar (aunque lógicamente sea una pieza de arte), nace con la intención de transmitir. De llevar al espectador a una reacción, de compartir un sentimiento como pueda ser la rabia, la soledad, el amor, la pasión… Generalmente de una forma muy explosiva e intuitiva, pero en otras ocasiones surge fruto de un concienzudo análisis frente a una postura, un contexto o con animo de crítica a una situación concreta.
Un gran ejemplo de ello, la «Mierda de Artista» de Piero Manzoni
3. El desafío forma parte del juego.
Provocación, pura provocación. En muchas ocasiones es este sentimiento el que lleva al artista a la creación de obras. una intención de generar sentimientos en ocasiones contradictorias en el espectador.
Lo importante es que la obra consiga decir algo, que genere en el espectador un sentimiento. En ocasiones este sentimiento no es muy agradable, en otras es tremendamente placentero pero en casi ningún caso genera una sensación de indiferencia.
La provocación en muchos casos pasa por utilizar elementos que no se considerarían artísticos o extrapolar conceptos que cotidianos elevando su categoría como pieza de arte. Como ejemplos podríamos coger la serie de Andy Warhol sobre la Sopa Campbell’s o la serie de globos gigantes de Jeff Koons:
4. El arte también puede generar rechazo.
Ni todo el arte es bonito, ni todo el arte tiene que gustarnos. Es más, en muchas ocasiones, incluso dentro de periodos más clásicos, seguro que hemos visto obras que nos han generado sentimientos desagradables. Si no, que levante la mano quien considere que el «Saturno devorando a un hijo» de Goya es una obra bonita de admirar.
En muchas ocasiones, el arte contemporáneo, sobre todo el que tiene un corte más abstracto puede generarnos rechazo. Sentimiento que no debemos confundir con la indiferencia. Si una obra nos crea un sentimiento ha conseguido el 50% de su función. No todo el arte tiene que generar en el espectador sentimientos positivos, el rechazo, el odio, la angustia pueden ser un sentimiento igualmente válido en esta corriente.
La moraleja que sacamos de todo esto es que tras estos aparentes «garabatos» hay un estilo, una técnica y una intención que nace de manos de un artista.
¿Qué te ha parecido? ¿Eres un fiel seguidor del arte contemporáneo? ¿Cuál consideras que es el mejor Museo de esta corriente? ¿Te animas a darle una segunda oportunidad?
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12 respuestas a "Cómo entender el arte contemporáneo"
No solo me parece una falta de respeto ciertas «obras»a los ESTUDIANTES de BELLAS ARTES… sino que hay mayoria de espectadores que han dejado de ir a muestras, exposiciones,museos, justamente por que les decepciona lo que ven y encima tienen que pagar una entrada para que les falten el respeto. y para mi el espectador es el componente final de una obra y es el que tiene la ultima palabra.
Alice, eso se lo puedes decir a los artistas impresionistas que sus obras fueron catalogadas de malas e insultanes para el espectador de su tiempo, ahora todo el mundo quiere tener un van Gogh colgado de sus paredes… No se puede juzgar desde el desconocimiento…
El arte abstracto y, en general, el contemporáneo es también un escape, una respuesta a la utilidad o “inutilidad” de la representación de la realidad en tiempos en los que la fotografía y hasta el retoque fotográfico se han popularizado y extendido hasta casi la náusea. El arte no puede sólo ser un medio para que el espectador, al fin y al cabo el destino de la obra, admire las habilidades manuales, la destreza y el dominio de las técnicas clásicas de la producción artista. Y claro que ha de transmitir, emitir un mensaje. Parodiando a McLuhan, el mensaje es el medio.
Interesante reflexión, Juan Antonio
Muchas gracias por compartirla con nosotros!
Un salud!
El arte contemporáneo cada día que pasa es menos «contemporáneo». Con eso defino un 90% de lo que va este arte.
El título del artículo es un reclamo manido y triste. Suena a «El Quijote para niños», o «aprenda inglés con nuestro curso online». Escribir «cómo entender el arte contemporáneo» es como darle un sopapo a quien se acerca al artículo. Y eso porque, en primer lugar, y como sucede también con la filosofía, lo que voy a leer será la interpretación suya de usted del arte contemporáneo, que seguramente difiera de la mía (algo que, por cierto, sería interesantísimo para mí). Pero, con el debido respeto, no espero una lección magistral de usted, sino una aportación al mismo nivel que la mía, o que la de cualquiera. No me enseñe cómo debo entender el arte contemporáneo, porque eso es asunto de mi incumbencia. Dígame cómo lo entiende usted.
Déjeme decirle, si me permite que suena muy prepotente su comentario, y creo que lo que expone es también su opinión ….si no le gusta el titulo ni lo lea …. ni lea el articulo …. así, nadie le dice cómo tiene que hacer algo!
En el Arte Contemporaneo actual hay obras muy interesantes y verdaderamente artísticas pero también hay mucho listillo que quiere hacer pasar por arte cualquier tontería. Hay que separar el grano de la paja.Y también tenemos que ver el arte que nos rodea en nuestra vida cotidiana, que lo hay si lo sabemos ver.
¡Muchas gracias por tu comentario Luis!
Totalmente, de acuerdo, tenemos que aprender a ver
un saludo 🙂
como se llama la ultima obra?
Buenos días, el último cuadro se llama Blue Poles o Número 11 de Jackson Pollock
Desde que se terminaron los «ismos» apaga y vamonos. Ese señor, Sol Lewitt, era un tipo con formación en arquitectura y sus piezas en isométrica y tramas, ejercícios decorativos, al menos tenían un fundamento, a pesar de ser tan solo decoración. El tratamiento en tramas en la obra pictórica puede ser interesante si es capaz de ser algo más que simples bloques apilados. Pero prefiero rebobinar al surrealismo donde me siento más interesado ya que combina espacios de exteriores e interiores y hay una narrativa a interpretar. Pero simples ejercicios de tramas no gracias, porque eso es ser un teórico.